¡Hoooooola familiaaaaas! Hoy os traigo una cosa súperintreresantíiiiiisima que hicimos el viernes en clase. Verás, la seño María nos contó el cuento "La oruga impaciente"; era un cuento muy divertido, porque había una oruga que no sabía esperar (la seño Alicia decía que era como nosotros algunas veces) y le pasan cosas sorprendentes. Lo escuchamos súperatentos:
Después nos pidió una cosa muy rara; quería que dibujáramos rayas en un pañuelo. ¡Pero si los pañuelos son para limpiarnos la nariz! Bueno, al final dibujamos las rayas.
Yo quería que me salieran todas derechitas, pero era muuuuy difícil. Después la seño cogió mi pañuelo dibujado y lo enrolló en un palillo y ¡tachan! ¡formó un gusano!. Hizo lo mismo con todos los pañuelos. Parecían gusanos de verdad. Pero lo mejor vino después. Espera, espera que te lo cuento. Mi amigo puso su gusano en una bandeja y la seño María le echó unas gotitas de agua y ¡¡¡OOOOOOOOOOOOOOHHH! Hizo magia potagia de la buena, buena. ¡El gusanito de papel se movía! ¡Era increible!
Pero lo que nos enseñó después, !ay lo que nos enseñó¡ Tenía una caja misteriosa con la tapadera llenita de boquetitos. ¿Eso qué es?, ¿qué hay dentro? Uy! empezamos a preguntar imacientes como la oruga del cuento. Entonces abrió la caja y vaya sorpresa nos dió: ¡eran gusanos de verdaaaad!
Nos traía hasta una lupa, porque había gusanos grandes y otros súperpequeños. Y¡claro! nosotros queríamos verle los ojos, la boca comiendo... Le dimos de comer hojas y no te imaginas cómo se las comían!
Mi amigo, que es un valiente, cogió uno en la mano.
Nos ha súperencantado este día. Y la seño María dice que nos traerá los gusanos el próximo día y podremos tenerlos en la clase para cuidarlos y darles de comer.
¡Gracias seño María!
