La seño nos explicó que eran semillas de las que podía crecer una planta, pero nosotro/as pusimos cara de ¿"qué me dices seño?", que quiere decir que no entendíamos nada. Así que la seño dijo " pues vamos a probar!. Cogimos los zumitos vacíos, los llenamos de tierra y pusimos encimita unos piñones y bellotas. Y allí los dejamos!
Cuando el encargado iba a regar, ni se acordaba de ellos, porque allí no había más que los piñones y las bellotas que habíamos puesto. Pero la seño decía " sí, sí, hay que regarlos también".
Y, de pronto, un día, sorpresaaaaaaaaa! Apareció de pronto, no sabemos cómo. Magia de la buena. Mira, mira:
A ver si los demás piñones y bellotas se animan! ¿ A que es asombroso?
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