¡¡Buenos días! Hoy os traigo unas imágenes que me llegaron con las que me llevé una sorpresa que me emocionó mucho. Y vosotros pensaréis ¿y por qué? Pues porque representa, de una forma muy visual, el trabajo que, a pesar de este confinamiento, hemos podido realizar y culminar. Me refiero a nuestro jardín vertical de aula. Cuando empezó el encierro, quise darle continuidad en casa y les pedí a los niño/as que sembraran garbanzos, lentejas y habichuelas en algodón. Una vez germinaron, les pedí que, el que pudiera, lo pasara a una maceta con tierra. Y así lo hicieron algunos. Pues bien, una compi ha realizado el proceso completo y ha obtenido sus frutos. Ha conseguido recolectar una buena cosecha!!! Fijaros bien:
Aquí la tenemos con sus tres macetas: de garbanzos, lentejas y habichuelas:
Y aquí, recolectando sus garbanzos:
Y más, aún; nos enseña sus habichuelas recién recogidas:
Estoy segura que, cuando su mamá los cocine, ese plato sabrá a gloria bendita. Enhorabuena a Olaya y su familia!
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